Es una técnica utilizada por las profesionales del área de Trabajo Social, realizadas en el domicilio del usuario o paciente. Su finalidad es alcanzar un conocimiento más detallado de la realidad social, económica, ambiental y cultural familiar del sujeto de la intervención, que se estructura en una aproximación socio-diagnóstica, sobre la cual basar algún modelo de intervención.

Dicho acercamiento se logra a través de una entrevista, que facilita la recolección de información sobre esos contextos y se apoya además en el uso de la observación. Con todas esas estrategias se intenta estimular la participación activa de la familia, apreciaciones sobre la misma que deben constar en un registro de ficha social y que deben instrumentarse bajo un enfoque de proceso integral de intervención social.

A continuación, algunas ideas que pueden ayudar a comprender la importancia de su validez y orientar en la operatividad de este proceso:
• Planificación de la visita, en la que se debe indicar la fecha y la hora de misma, etapa que incluye la organización de algún material que se requerirá para su ejecución.
• Contacto con la familia y/o representantes para coordinar la ejecución de la actividad.
• En el primer contacto con la familia y/o representantes explicitar de forma clara y precisa el objetivo de la visita.
• Precisión de parte del profesional de que la entrevista tiene fines de aproximación social diagnóstica, que implica conocimiento de una situación, recepción de una posible problemática y/o demanda. Por ello evitar dar consejos, ni realizar ninguna interpretación.
• La información recolectada debe dar paso a una organización de la mismo alrededor de una hipótesis inicial sobre ese contexto socio familiar.
• La visita domiciliaria debe tener un enfoque racional, no emotivo y no debe haber vínculos afectivos, solo relación profesional con el o los usuarios.
• Generación de conductas de respeto, normas de cortesía, educación y un clima de confianza, al permitir que una persona particular ingrese al hogar, que es considerado un espacio privado, donde también se desarrolla la sociabilidad humana.

• El contexto de la visita debe ser siempre el contexto de vida diaria, desarrollada inicialmente en la parte más pública de la casa y luego acceder a los ambientes privados de la misma.

El profesional en la escucha activa de la familia, observando las relaciones entre sus miembros y valorando la relación que se establece con el propio Trabajador Social, es capaza de lograr una apreciación de la realidad social y familiar en que está inserto al momento mismo de la entrevista. Además, así se generan grados de confianza y seguridad al grupo familiar, frente a la oferta de un servicio que institucionalmente al que pueden estar optando.

Esa confianza y seguridad hace que las familias se muestren más flexibles para el cumplimiento con los compromisos y responsabilidades adquiridas y se vinculen con sus propias demandas o problemas y con la necesidad de redes de apoyo.

Lic. Ingrid Echeverría Romero
Trabajadora Social
Equipo Mutiprofesional Especializado

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